Vuelvo de nuevo con una nueva opinión tras las ya escritas anteriormente como: Mi breve lucha contra la piratería, Mi vida como escritora o El papel de la mujer en la novela erótica.
Llevo semanas trabajando en la nueva edición de mi trilogía Maldición –Las criaturas de la noche, La amenaza de las sombras y En las garras del pasado- y al revisar los libros, no he podido evitar recordar cuando comencé a publicar esta serie en 2009 y algunas de las críticas que me llovieron por entonces o más bien, sobre las escenas de sexo entre los personajes.
Por esa fecha yo ya tenía publicada varias novelas. Historias de Eilidh, Lo que esconde el espejo y cuatro libros de los cinco que componen Hijos del dragón.
Antes de nada, Maldición es una serie romántica paranormal. Es algo que dije hasta agotarme en su momento. Las anteriores sagas son toda de fantasía y aunque tienen historias románticas, la trama gira alrededor de algo más, en lugar de los sentimientos de los personajes.
Es decir, aunque seguía escribiendo fantasía, pues Maldición también tiene magia, esta trama quedaba en un segundo lugar, pues por entonces me apetecía escribir algo romántico, aunque con cierta dosis de magia.
También tengo que decir que esta trilogía tiene bastantes escenas de sexo, no explicitas a cada detalle, pero algo más eróticas que las que ya aparecían en mis anteriores novelas. Y en la segunda parte, la carga sexual aumenta y el contacto entre los protagonistas se vuelve más íntimo. Fue entonces cuando me vinieron todo tipo de críticas en relación a este hecho. A las relaciones sexuales que mantenían mis protagonistas y no dejéis que vuestra imaginación os juegue malas pasadas, porque no escribí nada del otro mundo, relaciones completamente normales, pero como he dicho, más explicitas. Algo que en su momento, cuando se publicó la trilogía, recalqué hasta agotarme para que los lectores supieran que no se iban a encontrar nada parecido a mis anteriores historias.
Y es entonces cuando me hago esta pregunta.
¿Por qué aceptamos la violencia y el acto de muestra de dos personas que se quieren a algunos les parece tan aberrante?
Como he dicho, antes de esta trilogía, yo había escrito Hijos del dragón. Una pentalogía épica y creedme, muchas de sus escenas eran violentas, como una batalla medieval poblada de muertes, decapitaciones y todo tipo de crueldades.
Este suceso no alarmó, no levantó ampollas.
En cambio que mis protagonistas de Maldición hicieran el amor, mantuvieran relaciones consentidas y sanas, ¡boom! Levantó todo tipo de alarmas y se me llegó a llamar de todo.
Así que todo este asunto me ha hecho pensar y sinceramente me parece muy triste que aceptemos todo tipo de violencia y que un gesto de amor sea considerado una aberración.
Dicen que los tiempos han cambiado y es cierto, avanzamos, pero aún tienen que cambiar muchas cosas.
Y hasta aquí mi pequeña experiencia con las escenas eróticas en mis libros. Y como bien sabéis, esta trilogía se publicará en un solo libro en noviembre, una edición especial. Y ninguna escena erótica ha sido eliminada, si acaso ha recibido cambios y se ha vuelto mucho más explícita. Porque a mí parecer, no hay nada más bello que expresar el amor que dos personas sienten el uno por el otro.
Filed under: Lucía González Lavado | 4 Comments »
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