A lo largo de estos años, desde que comencé a publicar en 2005, he relatado en entrevistas, presentaciones, encuentros con alumnos, cómo y por qué empecé a escribir. En estas anécdotas literarias no quiero hablar de esos primeros años, sino de mi experiencia con mis publicaciones: Hijos del dragón, Historias de Eilidh, Duelo de Espadas y un largo etcétera.
Aun así, haré un pequeño resumen.
Ya desde muy niña escribía. Siempre fui una niña con mucha imaginación e imagino que ser tímida y no muy sociable, hizo que me expresase de otras maneras, como la escritura. Parte de mi pubertad fue ocupada por el deporte; practiqué natación durante muchos años, es más, esos años es una de las épocas que recuerdo más felices de mi vida.
Recuerdo que muchos fines de semana los pasaba de viaje participando en competiciones. Aun así, las tardes de los domingos siempre las dedicaba a la escritura. Por entonces escribía lo que hoy popularmente es conocido como “fanfics” pero que por supuesto ni siquiera yo conocía qué significaba ese término. Os hablo de los años 90, por entonces internet estaba muy lejos de llegar a todos los domicilios.
Los años pasaron, dejé el deporte debido a una lesión, me concentré en los estudios y compaginé la escritura con el dibujo. Por entonces me encantaba dibujar. Los años siguieron pasando e internet se convirtió en algo habitual en los domicilios y en mi casa también. Entonces conocí a otras personas que también escribían y compartían sus historias. Y comencé a hacer lo mismo. Todo lo que escribía lo subía a la red y gracias a esa experiencia hoy soy escritora.
Dos de mis historias “fanfics” quedaron finalistas en un concurso de habla hispana. No había ningún premio, sólo el reconocimiento de los demás y esa confianza de todos los lectores que votaron mis historias cambiaron mi vida. Se acabaron los fanfics y comencé a escribir mis historias originales.
Fueron muchas las novelas que escribí y jamás han sido publicadas: Hielo y fuego, Los guerreros de la luz, El guerrero Lobo Blanco o Los cuatro reinos de Sitara. No me he planteado publicar estas historias; el trabajo que tiene reescribirlas no merece la pena y es mejor escribir una historia completamente de cero. Además, en la actualidad he utilizado muchas de las tramas que escribí en otras novelas.
Estas obras fueron rechazadas pero me sirvieron para mejorar y aprender. Y entonces llegó Hijos del dragón. La primera parte de esta novela fue terminada a finales del 2004. Sentía cierta melancolía y pensaba que todo había llegado a su fin y con este libro me esforcé todo que podía entonces. Realmente sentía que todo iba a acabar; me iba a independizar y entre eso y el trabajo no sabía si iba a tener tiempo para seguir escribiendo. Aun así, envíe Hijos del dragón y poco después recibí una carta de la editorial con la que publicaría los libros: Entrelineas Editores.
Hijos del dragón I. Revelación se publicó en noviembre del 2005. La primera presentación se llevó a cabo en Almendralejo el 4 de noviembre y poco después le siguieron otras presentaciones. Yo empecé a publicar con una editorial sin distribución, muy pequeña, con tiradas pequeñas. Eso significaba que yo tenía que hacerlo todo y no me arrepiento, porque de esa manera hice muchos contactos que en los próximos años me ayudarían con mis demás publicaciones.
Por entonces, era bastante ingenua o soñadora, como prefiráis llamarlo. Pensaba que con la publicación de un libro, ahora que por fin publicaba, todo sería diferente, todo sería más fácil, pero entonces aprendes que no es así. Ahora tocaba hacer conocida mi obra, que se vendiese, porque si no era así, las demás partes no se publicarían. Y me puse manos a la obra. Visité muchos institutos por si querían que les diese charlas a los alumnos para que de esa manera la novela fuese conocida. Fui a los medios de comunicación, hablé con ayuntamientos para organizar más presentaciones en otras ciudades y también participaba en foros de internet.
Cuando hablaba con otros compañeros del sector, siempre criticaban que la editorial no hiciera nada por hacer conocida la obra, que ésa era su labor. Puede que sí, puede que no. Yo quería ser escritora, quería que las otras partes de Hijos del dragón se publicasen, quería abrirme un camino y si para ello debía ser yo la que debía mover mi libro, la que debía hacer todos los actos que pudiera, no me importaba. Iba a hacerlo.
Mientras sucedía todo esto, seguía trabajando, por entonces era autónoma, trabajaba por cuenta propia y que se publicase la primera parte de Hijos del dragón me dio ánimos para sacar tiempo entre llevar una casa, tener tiempo para mi pareja, mi familia, amigos y escribir.
En abril del 2006 se publicó Hijos del dragón II. Las armas sagradas. Muy pronto más anécdotas literarias.
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