Con esta tercera entrega, retomo mis anécdotas literarias tras lo comentado en la anterior entrega. Un dato que olvidé, fue comentar que durante el 2007 y como el final de Hijos del dragón lo veía más cerca, comencé a trabajar en otras series. En ese momento nació Crónicas de Sombras y muchos de sus personajes, también mi unión con Cris Ortega.
En febrero del 2008 publiqué mi primer libro dirigido al público infantil: Historias de Eilidh I. El misterio del brazalete. Como curiosidad, os desvelo que esta novela es la reescritura de la primera historia que escribí de todas. Les tenía cierto cariño a los personajes y lo retomé, aunque en la historia original, los protagonistas eran adolescentes y aquí comienzan siendo niños.
Mi experiencia con el público infantil fue muy buena. Era agradable ir a colegios y presentar un libro apropiado para ellos. Y muy pronto volvería a retomar el contacto con el público infantil pues la publicación de Lo que esconde el espejo estaba más cercana. Pero antes es hora de hablar de Hijos del dragón.
Tras el descanso que necesitaba, regresé con más fuerza que nunca y deseando publicar el final de Hijos del dragón. En mayo del 2008 se publicó la cuarta entrega e hice lo mismo que con las anteriores entregas, asistir a muchos institutos, colegios, ferias del libro y por fin, también fue la primera vez que asistí a la Feria del libro de Madrid, toda una experiencia.
Sin duda fue un fin de semana muy intenso. Pude conocer a muchos lectores con los que llevaba años escribiendo, pudimos hablar de Hijos del dragón y muchas otros temas más. Ese mismo fin de semana también conocí a otra editorial –no diré cuál- que estarían encantados en leer algún libro mío.
De vuelta en mi ciudad, decidí aprovechar la oportunidad que se me ofrecía y escribir una nueva novela. Por entonces tenía varios proyectos: Crónicas de Sombras, Las criaturas de la noche y Caídos del cielo. Finalmente opté por esta última. Ese verano interrumpí la escritura de Hijos del dragón V que ya estaba por la mitad e inicie la escritura de Caídos del cielo. Ésta me llevó todo el verano del 2008.
Con la llegada de septiembre, terminé Caídos del cielo, lo envíe a una editorial y continué con Hijos del dragón V. Tras cuatro años en compañía de Kun, Xin, Kirsten, Aileen, Nathair, Niara y demás, llegó el momento de despedirme de todos ellos y dar vida a otros personajes.
Desafortunadamente tuve problemas con la editorial –no entraré en detalles de ello- y debía buscar otra manera de publicar la última parte. Por entonces ya se hablaba de crisis aunque creo que nunca llegamos a imaginar que llegaríamos a una situación tan terrible como la que estamos viviendo. En aquel entonces, Nostrum, editorial que publica Historias de Eilidh, me dijo que editaría los cinco libros en nuevo formato, corregido, con nuevas portadas, etc. Evidentemente eso nunca llegó a suceder.
Mientras esperaba que sucedía con Caídos del cielo e Hijos del dragón, debía ponerme a trabajar en algo nuevo. Tras cuatro años dedicando tantas horas a una novela río como Hijos del dragón donde manejaba a decenas de personajes, enfrentaba unos ejércitos con otros, etc, necesitaba cambiar de género.
Y me decidí por Las criaturas de la noche. El cambio de un libro a otro viene del cansancio. Con Las criaturas de la noche me apetecía manejar pocos personajes, centrarme en relaciones amorosas, en los sentimientos y todo ello en un entorno urbano.
En un principio sólo quería que fuera un libro pero cuando lo estaba escribiendo, me surgió un problema. Lo que esconde el espejo se había publicado y en una ocasión que estaba hablando con mi editora, me comentó que una lectora hubiera preferido que los protagonistas hubieran vivido más aventuras tras el espejo, pues durante parte del libro se hablaba del mundo que había tras el vidrio. Entonces aquí me surgió una duda, ¿me pasaría lo mismo con las entrañas de Aine? ¿Debía escribir más sobre ese mundo?
Inevitablemente llegué a la conclusión de que debía ser así. Escribir sobre las entrañas iba a hacerlo, pero sólo durante un par de capítulos…, en fin, como dije, me encontraba con el problema de más arriba. Así pues tuve que plantar las otras dos partes e inicie la primera parte de Maldición súper ilusionada. Iba a pasar un tiempo con los hermanos Mallister, Dairine, Trisha y otros personajes más.
Ese mismo año perdí mi trabajo y creedme, para alguien que lleva trabajando desde muy jovencita, cuando se ve con tanto tiempo de ocio, puede ser fatal. Aun así, lo aproveché para escribir más que nunca.
Próximamente más con mi experiencia en el género romántico paranormal.
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